La hora del baño es para muchos bebés y niños un momento divertido, agradable, pero para otros, cuanto más se retrase, mejor. ¡No hay dos niños iguales! Lo que sí es importante es ir creando una rutina de baño e higiene corporal para que la limpieza y el cuidado personal forme parte, de manera natural, de su día a día. En este artículo recogemos algunas ideas para establecer estas rutinas, qué aspectos son importantes en el cuidado diario y cuáles son los mejores productos.
¿En qué consiste la higiene corporal para los niños?
La rutina del baño
En el cuidado de la higiene corporal la rutina del baño es fundamental. Desde pequeños, los bebés suelen disfrutar de la hora del baño: les relaja, les produce placer y es muy probable que estar a remojo les recuerde a estar en el útero materno. Pero no te preocupes si no es así. Algunos bebés lloran con el baño. Puede que no sea el mejor momento, que esté cansado o que la temperatura del baño o del agua no sea la adecuada. En nuestro artículo La hora del baño del bebé, te damos algunos consejos para que el momento del baño sea una experiencia placentera. Según van creciendo la rutina de baño también va cambiando: poco a poco el bebé comienza a mantenerse sentado, chapotea y juega. ¡Hay un montón de juguetes pensados para el momento del baño! Es una buena idea tener una bañera pequeña para el baño del bebé pero cuando tu pequeño aventurero crezca necesitará pasar a la bañera o ducha. Y, por seguridad, recuerda: dispón una alfombrilla antideslizante en la bañera y no dejes nunca solo a tu hijo en el agua. Es fundamental tener esto en cuenta para evitar accidentes.
Algunos niños no quieren salir del agua y alargan este momento hasta que las manos se les arrugan. Otros no quieren ni oír hablar de bañarse o ducharse. Puede ser porque quieren seguir jugando o pintando, pero también puede ser por miedo al agua. Si sospechas que este es el caso de tu hijo, no le obligues a hacerlo ni le amenaces con castigarle. Intenta que te explique las razones de su negativa a la rutina del baño y luego traza un plan para introducirle en el placer del agua. Dejar que tu pequeño aventurero bañe sus juguetes y muñecos en un barreño puede servir para que vea que no pasa nada y que le ayude a coger confianza. Una buena idea puede ser también bañaros o ducharos juntos. Así, no solo tu hijo se siente seguro, sino que también le ayuda a ver que el baño es algo natural, normal y agradable. Pero lo más importante, ten paciencia. La mayoría de las veces, el miedo o el rechazo al baño es solo una fase que desaparece por sí sola. Si se alarga o empeora no dudes en consultar con vuestro pediatra.
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Cuidado del cabello
Si hablamos de higiene corporal, también es importante hablar del cuidado del cabello. En el caso de los pequeños, su pelo no se ensucia tan rápido como los de los adultos, por lo que no es imprescindible lavarlos todos los días, una o dos veces por semana puede ser suficiente. Al igual que bañarse o ducharse, depende de lo sucio que esté y de qué actividades y juegos haga durante el día. Para lavarles el cabello lo mejor es hacerlo con la cabeza hacia atrás o boca abajo con una toalla colocada en la frente para evitar que el agua y el jabón entren en sus ojos. Después de enjuagar bien, se debe secar suavemente el cabello con una toalla para quitar el exceso de agua y poder peinar y desenredar después. En invierno el secador puede ser un gran aliado, pero en verano puedes aprovechar el calor para que el pelo se seque al aire y así no estropearlo.
Cepillado de dientes
Aprender a cepillarse los dientes debe ser irrenunciable en el marco de una buena higiene. Ya desde bebés se deben integrar estas rutinas de cuidado en el día a día, tras cada comida, para mantener una buena higiene bucodental y evitar problemas dentales. En el artículo 6 consejos para cuidar los dientes del bebé y prevenir las caries te damos 6 consejos para mantener los dientes de tu pequeño aventurero sanos y bonitos. Recuerda dar ejemplo con tu propio cepillado tras cada comida porque somos su espejo.
Limpieza de las zonas íntimas
Si bien no es necesario bañar o duchar a tu pequeño todos los días, el cuidado del pañal sigue siendo un asunto diario. Aunque tu hijo esté creciendo y necesite menos pañales, es importante limpiar el culete y la zona de los genitales en cada cambio de pañal. Nuestras toallitas húmedas con 99% de agua LILLYDOO son una alternativa ideal al algodón y agua para cada cambio. Te recomendamos que, al menos una vez el día, por ejemplo, antes de ir a dormir, limpies bien estas zonas con jabón y agua tibia. No te olvides de secar bien el área después de cada limpieza para evitar irritaciones y hongos. Y si tu hijo ya no usa pañales, puedes integrar el cuidado de las zonas íntimas más allá de la rutina de baño: en su rutina de cuidado matutino y/o vespertino.
Cuidado de los oídos
El cuidado de los oídos debe hacerse regularmente pero nunca con bastoncillos de algodón. Este tipo de productos pueden empujar la cera hacia dentro del canal auditivo, con el consecuente riesgo de crear un tapón. Te recomendamos limpiar el pabellón auricular y el conducto auditivo externo con una toalla suave o una toallita húmeda.
Cortar las uñas
Bajo las uñas se esconden multitud de gérmenes por eso es importante que las uñas de tu pequeño aventurero se mantengan limpias y cortas. Puedes usar unas tijeras especiales o un cortaúñas. El momento después del baño es ideal para esto porque las manos están limpias y las uñas más blandas para cortarlas con más facilidad.
Lavarse las manos
¡Con cuántas cosas juegan nuestros pequeños al cabo del día! Y no solo juguetes. Arena, barro, hojas, palitos… Sus manos son un cuadro impresionista lleno de manchas de colores al acabar el día. Es fundamental que los niños, al igual que los adultos, se laven bien las manos con jabón varias veces al día. Dependiendo del grado de autonomía de tu pequeño aventurero, puedes enseñarle a lavárselas por sí mismo y dejar que lo haga solo.
¿Cómo crear una rutina de baño e higiene?
Sobre cuántas veces es necesario tomar una ducha o baño, en el caso de los bebés y niños pequeños, no es preciso hacerlo cada día. A menos que tu hijo se ensucie jugando o comiendo o haya sudado mucho, no necesita bañarse a diario. En general, con un baño un par de veces a la semana será suficiente. De lo que sí debemos asegurarnos es de mantener limpias sus manos y pies, sus partes íntimas y su cara.
La adquisición de una rutina de baño e higiene es importante no solo por salud sino por las propias relaciones interpersonales. Para crear una rutina de cuidado es importante:
Dar ejemplo. No podemos pedirle a nuestros hijos que hagan lo que nosotros no hacemos. Si queremos que nuestros pequeños crezcan con la conciencia de la importancia de la higiene debemos nosotros predicar con el ejemplo y ser un referente para ellos.
No obligar. La obligación no educa. Para integrar una rutina de baño e higiene no sirve la obligación sino el acompañamiento, la resolución de conflictos si aparecen y la empatía a la hora de explicar por qué es importante.
Integrar las rutinas de higiene con normalidad en el día a día. Al igual que comemos o nos vestimos, los hábitos de higiene deben formar parte de la vida diaria de todos los miembros del hogar.
¿Cuáles son los productos más adecuados para el cuidado en la rutina de baño?
Cuando hablamos de productos de higiene y cuidado, tanto con los bebés como con los niños, cuantos menos, mejor. La piel de los bebés y niños pequeños es mucho más delicada que la de los adultos, ya que se está desarrollando la barrera protectora de la piel. Las glándulas sudoríparas y sebáceas tampoco funcionan como en los adultos, por lo que la piel de los niños pequeños aún no está suficientemente protegida por la película hidrolipídica. Como su piel es más sensible y se seca más rápido, necesita una protección especial.
Para el aseo corporal diario, opta por un tratamiento suave, sin perfume y sin jabón cuyo pH sea neutro, similar al de la piel. De esta forma es poco probable que la piel de tu pequeño se irrite. Para el cabello, lo ideal es usar un champú suave y sin perfume. Por ejemplo, el Daily Bath Pack de Freshly Kids, el cual incluye un gel de ducha y un champú suave a base de ingredientes 100 % naturales.
Para suavizar el agua del baño, puedes añadir unas gotas de aceite corporal, como nuestro aceite de almendras dulces.
Para el rostro y las zonas secas, puedes aplicar una crema hidratante suave especialmente formulada para la delicada piel de los más pequeños. Si tu hijo tiene dermatitis del pañal, opta por una crema para el cambio de pañal sin perfumes a base de zinc.
Por último, recuerda siempre echar un vistazo a la lista de ingredientes de productos del cuidado que utilizas para tu hijo. ¿Nuestro consejo? que sea corta y no contenga productos a base de alcohol, perfumes ni lociones artificiales.
¡Al agua patos!