Una de las funciones que el bebé desarrolla ya en el útero de la madre es la succión. Esto le permite que al nacer ya pueda alimentarse, por lo que es uno de los grandes aprendizajes de tu pequeño aventurero. Además de la alimentación, la succión también tiene una función reguladora: cuando un bebé succiona, su cerebro libera endorfinas que le generan bienestar y calma. Esta función la cumple con el pecho de la madre, pero también con el chupete en casos en los que no haya lactancia materna o en momentos en los que no es posible dar el pecho: viajes en coche, mientras la madre duerme, separación materna, etc. El uso del chupete debe hacerse de forma puntual y debe abandonarse hacia los dos años, un momento que puede ser complicado de afrontar para el bebé y su familia. Desde LILLYDOO queremos acompañarte con algunas recomendaciones e ideas para ayudarte a afrontar esta etapa de dejar el chupete.
¿Por qué dejar el chupete o el pulgar?
El chupete es un elemento externo a la madre y al bebé por lo que debe entenderse como un artilugio que tiene sus beneficios, pero del que también debemos conocer sus particularidades para hacer un buen uso de este. Por ejemplo, una de las primeras cosas para tener en cuenta es que no debe empezar a utilizarse el chupete hasta que se haya instaurado la lactancia materna para no confundir al bebé. A partir de ahí, su uso debe ser puntual y no constante para que esta succión artificial no afecte al desarrollo bucodental.
Según explica la odontopediatra Irene Iglesias en el blog de LactApp, no es recomendable el uso del chupete más allá de los dos años, y aun así recomienda consultar con el dentista durante este tiempo y valorar el patrón de crecimiento facial que tiene el bebé. “Los niños que continúan utilizando el chupete más allá de los tres años tienen más probabilidades de tener hábitos nocivos como el mordisqueo de lápices, uñas, bruxismo, etc. La mejor prevención de las malformaciones orofaciales, maloclusiones incluidas, es una lactancia lo más duradera posible, y una alimentación consistente, dura y fibrosa para estimular el crecimiento óseo, la calcificación óptima de los huesos y el crecimiento armónico de los músculos, huesos y articulaciones, favoreciendo por tanto una colocación correcta de los dientes”, explica.
Así que lo mejor es ayudar cuanto antes a tu pequeño aventurero a dejar el chupete o el dedo. ¿El reto? Que tu bebé utiliza el chupete o se chupa el pulgar por diferentes motivos de índole emocional: le ayuda a tranquilizarse, le relaja cuando está cansado o se ha producido algún cambio que le remueve, le calma cuando le duele algo, le ayuda a dormirse... Por todo ello tendrás que acompañar el proceso de dejar el chupete o el pulgar con empatía y amor.
5 consejos para ayudar a tu hijo a dejar el chupete o el pulgar
Los niños que usan el chupete de forma emocional deben dejarlo de forma gradual cuando llegue el momento. Esto es muy importante porque el niño necesita un tiempo para despedirse y para habituarse a una vida sin este elemento que es parte de su día a día. A continuación, os damos cinco consejos para que puedas ayudar a tu pequeño aventurero a dejar el chupete o el pulgar:
1. Busca el momento más adecuado
Es muy importante esperar el momento más adecuado para que tu pequeño aventurero pueda empezar a despedirse del chupete. Lo ideal es evitar los momentos estresantes o los momentos de cambios importantes, como el inicio de la escuela infantil, una mudanza o la llegada de un hermanito. Como padres seguro que sabréis cuándo llega el momento adecuado para iniciar el proceso.
2. Hazlo de forma gradual
Acompañar el proceso de forma gradual es la opción más respetuosa y amable con tu pequeño. Quizás sea más fácil este camino con el chupete, porque es un objeto y se quita u oculta, que, con el pulgar, ya que tiene ese lado práctico de estar siempre disponible. Puede ser útil definir un recorrido que comience con una fase de preparación en la que vayas anunciando verbalmente la despedida del chupete o pulgar; continúa con una fase de reducción pactada de los tiempos de chupete o pulgar y su uso solo cuando realmente lo necesite; y posteriormente puedes sugerirle a tu hijo que reemplace este hábito por otro. Para ello, deberás ofrecerle una opción diferente en cuanto sienta la necesidad de usar el pulgar o el chupete como, por ejemplo, un abrazo o incluso leer un libro contigo.
3. Planea la despedida
Está claro que tu bebé no va a poder deshacerse de su pulgar, pero sí va a poder despedirse de su chupete. En los niños que se chupan el dedo, probablemente el tiempo para dejar este hábito sea mayor que dejar el chupete. Te recomendamos, como alternativa, ofrecerle un mordedor de silicona el cual será más fácil de cambiar / quitar después. En el caso de niños que usen chupete, puedes preguntarle a tu hijo cómo desea despedirse de su compañero. Puede que quiera realizar una pequeña ceremonia que le ayude a pasar este trance. Diviértete con él organizándolo, cambiará de opinión y lo involucrará en esta gran decisión de dejar el chupete.
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4. Practica el refuerzo positivo
Dejar el chupete o el pulgar es un gran cambio en la vida de tu hijo. Para ayudarlo a afrontar esta etapa puedes practicar el refuerzo positivo. Se trata de reconocer sus éxitos y avances, por pequeños que sean. Piensa que tu pequeño aventurero necesita tu aprobación y tu ternura, por lo que puedes ofrecerle más abrazos que le permitan canalizar sus emociones. Eso sí, debes ser firme y constante porque el objetivo sigue siendo lograr que deje el chupete o el pulgar, y debes evitar las comparaciones. La comparación no es muy buena para tu bebé, pero tampoco lo es para ti. Sentirás que te estás perdiendo algo cuando estés dando lo mejor de ti. Lo más importante es confiar en ti y en tu pequeño. Si tras muchos intentos fallidos no consigues que tu hijo deje de usar el pulgar o el chupete, no dudes en consultarlo con tu pediatra.
5. Busca libros para dejar el chupete
Los libros son un buen recurso para ayudar a los más pequeños en el proceso de dejar el chupete o el pulgar. Te proponemos tres títulos súper recomendables:
El libro dejachupetes, de Vanesa Pérez-Sauquillo
El humor y la ternura se dan la mano en la colección «Grandes pasitos», de la que forma parte El libro dejachupetes. Se trata de un álbum ilustrado de formato pequeño en el que de manera rimada se ofrecen diez propuestas para afrontar ese duro momento de forma muy divertida. ¡Las ilustraciones son deliciosas!
Los chupetes de Charlotte, de Fanny Joly
Fanny Joly nos propone conocer la historia de Charlotte, una niña ya mayor que tiene muchos chupetes y que casi siempre lleva uno en la boca, lo que hace que nadie la entiende cuando habla. La familia de Charlotte empieza a preocuparse porque no pueden comunicarse con ella así que la animan a abandonar el chupete. ¿Lo lograrán?
¡Adiós chupete!, de Alice Le Hénand
Cada niño afronta dejar el chupete o el pulgar a un ritmo diferente y este libro-juego refleja muy bien que algunos niños necesitan más tiempo que otros y cómo lo hace cada uno. Es perfecto porque tiene un formato en cartoné muy manipulable y solapas que convierte el libro en una experiencia más allá de la lectura.
Recuerda que esto son solo nuestras recomendaciones para acompañar a tu bebé en este proceso de una manera respetuosa. Si ves que después de un tiempo tu pequeño aventurero no puede dejar el chupete o de chuparse el dedo, consulta a tu pediatra o un profesional. Por cierto, ¡lo estás haciendo genial! :)