A lo largo de los nueve meses de embarazo es habitual sentir en algún momento contracciones. Éstas son distintas a las contracciones de parto, ya que su función es la de entrenar a los músculos del útero para lo que vendrá, y no la de dilatar el cuello del útero para iniciar el parto. Saber distinguirlas te dará tranquilidad y te ayudará a entender mejor el proceso de parto cuando llegue el momento. En el siguiente artículo te contamos cuáles son los diferentes tipos de contracciones que se dan durante el embarazo y el parto, y cómo puedes aprender a distinguirlas. ¿Nos acompañas?
¿Qué son las contracciones?
Empecemos por el principio: definiendo qué son las contracciones. De forma muy sencilla podríamos decir que las contracciones son los movimientos del útero. El útero es un músculo y, como tal, tiene la capacidad de contraerse y de relajarse; y lo hace a lo largo de toda la vida reproductiva de la mujer en diferentes momentos. Por ejemplo, el útero se mueve cuando se alcanza un orgasmo o con la menstruación, para expulsar el sangrado. También se producen movimientos del útero durante el embarazo y el parto. En el caso del embarazo, las contracciones que se producen tienen la función de preparar tu cuerpo para el parto. Son como un entrenamiento natural de la musculatura. En cambio, las contracciones de parto son las que permiten que tu bebé salga del útero. Unas y otras distintas en cuanto a la intensidad y frecuencia, por lo que es relativamente fácil distinguirlas. Vamos a verlo más en detalle.
¿Cómo son las contracciones durante el embarazo?
Seguramente sentirás en algún momento del embarazo contracciones uterinas, pero se hacen más evidentes al final del segundo trimestre y en el tercer trimestre. Son las llamadas contracciones de Braxton Hicks. Muchas mujeres se sorprenden cuando aparecen pero, tranquilidad, son totalmente normales. La tensión y relajación involuntaria del útero le sirve a este órgano muscular como entrenamiento. Su intensidad y frecuencia es irregular, y su duración muy breve. De hecho, suelen desparecer si te relajas, te tumbas o te das una ducha. Tampoco son contracciones dolorosas, de hecho en muchas ocasiones no se aprecian. La sensación es la de que la barriga se pone dura, en tensión, y se relaja. Sin más ;)
¿Y si son contracciones intensas pero no he alcanzado la semana 37?
En algunas ocasiones ocurre que antes de la semana 37, momento en el que el embarazo se considera a término, se producen contracciones que no son de entrenamiento sino de trabajo de parto prematuro. En este caso no se trata de contracciones irregulares y de baja intensidad sino que son dolorosas y mantienen un patrón de frecuencia: el útero se contrae y se relaja más de tres veces en una hora en intervalos cortos. Además, estas contracciones pueden ir acompañadas de una secreción acuosa o sanguinolenta. En estos casos es recomendable consultar con el ginecólogo o la matrona para que puedan comprobar si se trata de un parto prematuro o si es una consecuencia del estrés o sobrecarga.
En el caso de que sean contracciones de parto prematuro, en el hospital se establece un protocolo farmacológico para intentar detener o retrasar lo necesario el proceso de parto.
¡Di adiós a las irritaciones!
Pide ahora nuestro paquete de prueba gratuito y prueba 10 pañales hipoalergénicos y 15 toallitas húmedas con 99 % de agua.
Las tres fases del parto: dilatación, expulsivo y alumbramiento
Antes de seguir debes saber cuáles son las fases del parto.
Dilatación
Como te adelantábamos más arriba, las contracciones son las encargadas primero de entrenar la musculatura uterina y después de la dilatación del cuello del útero, que debe alcanzar unos diez centímetros para que el bebé pueda nacer. Son contracciones intensas y dolorosas que no ceden sino que aparecen y desaparecen según un patrón de repetición. Este proceso se llama dilatación y puede llegar a ser muy largo por lo que se recomienda mucha calma y paciencia. ¡Todo va a salir bien!
Expulsivo
Tras la dilatación llega la fase de expulsivo, y las contracciones se volverán aún más intensas y frecuentes para ayudar a bajar a tu bebé. En este momento notarás unas enormes ganas de empujar y esto te ayudará a saber que ya queda menos para tener a tu pequeño aventurero en brazos. Esta fase que puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Según la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal, elaborada por el Ministerio de Sanidad, la duración del expulsivo dependerá de cada mujer (sus condiciones físicas y emocionales y si es su primer parto) y de la utilización o no de analgesia epidural.
Alumbramiento
Tras el nacimiento, a los pocos minutos de tener ya tu bebé encima de ti, notarás que vuelven las contracciones. Son las contracciones encargadas de alumbrar la placenta y será entonces cuando el parto haya llegado a su fin. Tranquila, se trata de contracciones que son mucho menos dolorosas, que se pueden comparar con un dolor menstrual intenso, y estarás tan pendiente de tu bebé que apenas de darás cuenta.
¿Cómo reconocer si son contracciones de parto?
Al quedarse embarazadas por primera vez, muchas mujeres se hacen infinidad de preguntas sobre el parto: ¿Cuándo me pondré de parto? ¿Cómo será? ¿Dolerá mucho? ¿Podré hacerlo? No hay una única respuesta a todas estas preguntas porque cada mujer vivirá la experiencia de forma muy personal, pero sí hay una respuesta universal a la duda de cómo saber cuándo se inicia el trabajo de parto. Como no podía ser de otra manera, las contracciones son una pista muy fiable y te va a resultar sencillo distinguirlas de las “falsas” contracciones o contracciones de Braxton Hicks porque tienen una serie de características:
La intensidad y el dolor de las contracciones de parto es mayor e irá incrementándose de forma gradual.
Su duración es mayor: si bien las de Braxton Hicks duraban menos de un minuto –generalmente sólo unos segundos–, las contracciones de parto duran entra un minuto y un minuto y medio.
La frecuencia al principio es irregular, pero va en aumento: las contracciones de parto tienen una frecuencia de alrededor de tres o cuatro contracciones cada 10 minutos.
Y, por último, un dato revelador: las contracciones no ceden cuando cambias de posición sino que se siguen produciendo de forma regular.
Nuestros pañales delicados con la piel
Nuestros pañales son ideales para pieles sensibles y absorben el líquido rápidamente. ¿Y los diseños? ¡Super originales!
¡A partir de la semana 37 de embarazo, pueden aparecer en cualquier momento! Un apunte: debes saber que aunque se trata de contracciones más dolorosas, las sensaciones de dolor son individuales y dependen, entre otros condicionantes, del estado físico y mental de la futura madre.
¿Cómo saber cuándo ha llegado el momento de ir al hospital?
No es necesario que acudas al hospital o que llames a la matrona (si el parto va a ser en casa) en cuanto aparezcan las primeras contracciones de parto; de hecho es probable que tu matrona te haya recomendado que esperes al menos hasta que las contracciones duren entre un minuto y un minuto y medio. La teoría es sencilla: el intervalo y la duración de las contracciones te dirán cuando ha llegado el momento.
Si son regulares, aproximadamente cada cinco minutos, además si es tu primer hijo y duran más de 30 segundos, probablemente se acerque el momento. En embarazos posteriores, como los partos suelen ser más rápidos, se recomienda ir al hospital o llamar a la matrona cuando las contracciones se producen cada diez minutos. También es aconsejable en caso de rotura prematura de la bolsa, sangrado vaginal, dolor intenso, fiebre, alteraciones visuales, náuseas o incluso mareos. Puede parecer mucha información, pero tu médico te informará con detalle para poder ir al hospital en el momento adecuado.
Una vez en el hospital, la matrona será la encargada de controlar tus contracciones mediante monitorización fetal o palpación. También puede realizar un tacto vaginal con tu consentimiento para evaluar la apertura del cuello uterino. ¡Ya no hay marcha atrás! Se acerca uno de los momentos más emocionantes que vas a vivir. Podrás decidir afrontarlo de forma natural o con analgesia epidural. Prepárate antes e infórmate para decidir cómo quieres vivir tu parto.
En el postparto también se producen otras contracciones: los entuertos
Las contracciones no terminan con el parto. ¿Sorprendida? Durante el postparto se van a producir los llamados entuertos, se trata de contracciones que permiten que tu útero vuelva a su tamaño y que vaya cesando el sangrado después del parto. Las contracciones son menos intensas con el primer parto, pero a partir del segundo las contracciones suelen ser más fuertes porque el útero tiene que contraerse más intensamente para involucionar.