Llega un momento en el que tu pequeño aventurero comienza a necesitar otros alimentos además de la leche materna o la leche artificial. Es lo que se conoce como alimentación complementaria, y consiste en ofrecerle al bebé alimentos saludables, sólidos o líquidos, que completen los nutrientes que le aporta la lactancia materna o, en su defecto, la lactancia artificial. ¡Tu bebé se hace mayor!
Es probable que hayas notado que poco a poco tiene interés por lo que estás comiendo, que te observa con curiosidad cuando te llevas el tenedor a la boca. Pero es cierto que este paso genera muchas dudas a las familias: ¿cuándo empiezo a ofrecerle la alimentación complementaria? ¿Cómo empezar? ¿Puré o BLW? ¿Cómo sé que está tomando lo suficiente? ¿Y si no le interesa la comida? Respondemos a todas estas preguntas en este artículo para ayudarte con la alimentación de tu bebé.
¿Cuándo comenzar con la alimentación complementaria?
Las recomendaciones sobre la alimentación del bebé han cambiado mucho con el paso del tiempo. Es normal. La ciencia de la nutrición avanza y gracias a eso sabemos mucho más. Para encontrar una definición de lo que significa hoy el término “alimentación complementaria”, debemos acudir sin duda a la Asociación Española de Pediatría (AEP). La asociación nos recuerda en su guía de Recomendaciones sobre la alimentación complementaria que ésta consiste en ofrecer al lactante alimentos sólidos o líquidos saludables diferentes de la leche materna o de la leche artificial como complemento y no como sustitución.
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Los pediatras recomiendan comenzar con la alimentación complementaria a los seis meses, fecha que coincide con el aumento de energía y necesidad nutrientes por parte de los bebés. En este momento madurativo es probable que el bebé esté particularmente abierto a nuevos descubrimientos sensoriales y la comida forma una parte importante de estos nuevos intereses. Los seis meses coinciden también con otro factor: su sistema digestivo está preparado para recibir otros alimentos. Además, es a partir de este momento, que las necesidades nutricionales de tu pequeño aventurero cambian y para cubrirlas es necesario ofrecerle una dieta diversificada, además de la lactancia materna o de la lactancia artificial.
En algunos casos, la alimentación complementaria puede comenzarse un poco antes, alrededor de los cuatro o cinco meses, pero nunca previamente. En la actualidad es muy habitual que la madre vuelva al trabajo antes de que el bebé cumpla los seis meses. Si el bebé toma leche materna, y no se desea complementar con artificial ni mantener una lactancia en diferido, la persona que queda al cuidado del bebé puede ofrecerle otros alimentos hasta que la madre llegue. En estos casos los pediatras consideran que es importante individualizar la recomendación y analizar qué es mejor en cada caso.
¿Cómo sé si está preparado?
Es normal que tengas dudas sobre este paso tan importante en el que comienzas a preparar comida para tu bebé. Para estar más seguros, hay algunos signos que te revelan si tu pequeño aventurero está listo para explorar nuevos sabores: puede permanecer sentado, sostiene la cabeza, es capaz de llevarse la comida con la mano a la boca, muestra interés en lo que hay en el plato y ha desparecido el reflejo de extrusión (ese reflejo por el que bebé expulsa de la boca con la lengua alimentos que no sean líquidos). Cada bebé es único, por lo que de poco sirve comparar el desarrollo de tu bebé con el de los demás. A veces es posible que tu pequeño necesite un poco más de tiempo para iniciarse en la alimentación complementaria. Otras quizás vaya por delante de otros referentes que tengáis a vuestro alrededor. ¡Tranquila!
Cualquier duda que tengas sobre la diversificación alimentaria consúltala con tu pediatra.
¿Qué alimentos ofrecer?
La leche materna, o de fórmula, sigue siendo el alimento principal a los seis meses, y hasta al menos el año, por lo que la alimentación complementaria será uno más de los aprendizajes. Y como tal, su introducción será gradual y en cantidades que irán aumentando muy poco a poco. ¿Qué alimentos complementarios recomiendan ofrecer los expertos? La AEP señala un calendario en el que de los seis meses al año deberán ofrecerse cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado y aceite de oliva. No hay un orden establecido para ofrecer estos alimentos, no es necesario que empieces por los cereales o la carne. Puedes ir probando lo que te resulte más fácil de preparar o por lo que tu bebé muestre más interés. Eso sí, en este periodo debe evitarse el uso de sal y azúcar, y en general de alimentos no saludables. La infancia es un buen momento para instaurar una dieta saludable, y no sólo para el bebé, ya que el deseo de que coma alimentos saludables puede servir al resto de la familia para integrar cambios positivos en sus hábitos.
Entre el año y los dos años se pueden sumar lácteos a la dieta: yogures sin azúcar, leche de vaca, quesos sin sal… Y a partir de los tres años, los frutos secos enteros. Antes, y a partir de los seis meses, también pueden ofrecerse si son molidos o añadidos triturados junto con algunas recetas, pero nunca enteros por riesgo de atragantamiento. Como ves la alimentación complementaria no es un misterio pero es normal que te genere dudas ese momento en el que comienzas a pensar en la comida para tu bebé. Disfruta de este periodo de descubrimiento porque, como ya habrás escuchado, ¡pasa volando!
¿Y los alimentos alergénicos?
Como te hemos dicho anteriormente, las recomendaciones en torno a la alimentación complementaria han evolucionado mucho. Si bien antes se aconsejaba empezar por determinados alimentos y evitar los alimentos “potencialmente” alergénicos, lo cierto es que hoy la AEP considera que no hay evidencia de que retrasar la introducción de alimentos alergénicos más allá de los seis meses prevenga el desarrollo de alergia a esos alimentos. De hecho, según los expertos, la evidencia científica actual ha demostrado que la introducción precoz de algunos de esos alimentos alergénicos en pequeñas cantidades puede reducir el riesgo de alergias.
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¿Cómo empezar a ofrecerle la alimentación complementaria?
Para preparar la comida para tu bebé puedes optar por alimentos triturados, es decir, por purés o papillas, o por comida sólida o semisólida adaptada al bebé. Si bien la primera opción requiere que el adulto alimente al bebé, en la segunda se trata más de que sea el propio bebé quien dirija el proceso en base a su interés y sensación de saciedad: es el pequeño el que decide con la comida que se pone a su alcance qué comer y cuánta cantidad. Esto es lo que se conoce como Baby led weaning, una forma de acceder a la alimentación complementaria que cuenta con un buen número de ventajas frente a los tradicionales triturados.
Dicho esto, cada familia debe adaptarse a la fórmula que mejor se adapte a sus circunstancias y necesidades. El BLW tiene ventajas a nivel alimentario, ya que facilita que el proceso de la alimentación sea más gradual, se educa la diversificación en la alimentación y se ajusta a las necesidades del bebé, pero también requiere una mayor organización y una mayor implicación de la familia. Lo importante es que los alimentos que se ofrezcan cuando se inicia la alimentación complementaria sean saludables, seguros y variados. Y siempre después de la leche materna o de la leche artificial. También es fundamental que el bebé al cumplir el año de vida ya pueda comer el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia; a excepción de los alimentos con peligro de atragantamiento (frutos secos, zanahorias crudas, etc.), que deberán evitarse hasta al menos los tres años.
La comida para tu bebé debe ser un hito más del aprendizaje, un momento agradable, por eso es muy importante que no obligues a comer a tu pequeño aventurero. “Obligar, presionar o premiar son estrategias que interfieren con la percepción del niño de su propia saciedad y pueden aumentar el riesgo de sobrepeso, de problemas en relación con la comida y de escasa variedad a la hora de comer, en contraste con lo esperado”, señalan desde la AEP. Esta etapa en la que se van a ofrecer alimentos al bebé requiere mucha paciencia y confianza por nuestra parte.
Por último pero no menos importante, asegúrate de tener los artículos esenciales para esta etapa, por ejemplo, una vajilla apta para tu bebé, cubiertos fabricados con materiales suaves, una trona segura y que se adapte al crecimiento de tu pequeño aventurero como las de micuna, entre otros.
Ahora si, ¡disfruta de ver como tu bebé explora y prueba nuevos alimentos! 🥦