Poder hacer actividades al aire libre en familia es un regalo para la salud y para la mente, pero también es un regalo poder seguir llenando nuestra memoria con recuerdos de la infancia de nuestros hijos. No importa el lugar: el parque, el jardín, la montaña o la playa son escenarios perfectos para que los niños descubran la naturaleza, hagan ejercicio y, sobre todo, ¡disfruten! En el siguiente artículo te explicamos por qué son importantes las actividades al aire libre y te damos algunas ideas para que paséis unos ratos increíbles en familia.
¿Por qué son importantes las actividades al aire libre?
El ritmo frenético y la disposición de las ciudades provocan que muchas veces los pequeños no estén en contacto con la naturaleza tanto como sería recomendable. Buscar esos espacios verdes es imprescindible porque, como bien apuntan expertos como Richard Louv, autor de Los últimos niños del bosque, es esencial para evitar el déficit por naturaleza. “El trastorno por déficit de naturaleza no es un diagnóstico médico, sino un término útil, una metáfora, para describir los efectos de la falta de contacto con la naturaleza: la disminución del uso de los sentidos, dificultades de atención, índices más altos de enfermedades físicas y emocionales, índice creciente de miopía, obesidad infantil y adulta, deficiencia de vitamina D y otras enfermedades”, decía Louv en una entrevista.
¡No hay nada mejor para un niño que poder disfrutar de la naturaleza! Las actividades al aire libre son fundamentales para su desarrollo y bienestar, tanto físico como mental. ¿Qué beneficios tiene? Mejora la resistencia física, le permite tomar conciencia del espacio, desarrollar la motricidad fina (con las manos) y motricidad gruesa (con el cuerpo), potenciar la imaginación y la creatividad, mejorar su condición física… Además, la naturaleza ofrece un sinfín de experiencias sensoriales como escuchar el sonido de los pájaros, oler las plantas o tocar diferentes texturas. Estar en contacto con la naturaleza también asienta valores importantísimos de conservación del medioambiente y sostenibilidad que estarán presentes a lo largo de toda la vida.
¿Qué juegos y actividades se pueden hacer al aire libre?
1. ¡Rienda suelta a la creatividad!
Coge una cesta y planifica un paseo por la montaña o por la playa para poder recoger hojas, flores, plumas, guijarros, ramas, musgo, guijarros, conchas... Luego ofrécele a tu pequeño aventurero crear una obra efímera en el sitio con los elementos recopilados. Que dé rienda suelta a su imaginación sin guiarlo demasiado ;) Y si quieres dar un paso más: llevad a casa estos materiales y pensad qué podéis hacer con ellos. ¿Quizás un cuadro? ¿Una escultura?
2. Descubriendo la naturaleza
Convierte una salida al parque o al campo en una experiencia sensorial. Deja que tu hijo elija lo que quiere tocar y acompaña su experiencia: “¿Has visto este guijarro rasposo?”, “¿A qué huelen estas flores?”. También podéis observar insectos, escuchar pájaros, tocar diferentes superficies (corteza, musgo, etc.). Cuando sea capaz de hablar, no dudes en desarrollar este juego de observación pidiéndole que nombre cosas y las describa.
3. Pompas de jabón
¡A los niños les encantan las pompas de jabón flotantes! Puedes hacer tú misma las pompas mezclando 100 ml de agua, 25 ml de líquido lavavajillas, 1,5 cucharaditas de azúcar y 1/2 cucharadita de maicena. Este último ingrediente espesará las burbujas y las hará aún más resistentes. Para hacer las pompas puedes usar un pompero que ya tengas o usar dos palitos y una cuerda. En el blog de Aprendiendo con Montessori encontrarás un montón de ideas fantásticas.
4. Pilla, pilla
Jugar a pillar es una de las actividades al aire libre que más gustan y que más recuerdos suscitan a quienes somos adultos hoy. ¡A los niños les encantan los juegos de persecución que permiten la interacción con los adultos!
5. Cocina en la naturaleza
¿Quién no ha jugado a ser chef? Sobre todo, desde el año hasta los tres hay un interés enorme en este tipo de actividad. Dale un cubo y moldes a tu pequeño cocinero en ciernes y ofrécele hacer un delicioso pastel con los elementos que encontréis. Hojas, arena, palos... ¡Todo vale para una receta deliciosa! Seguro que disfruta ofreciendo después a los demás su suculento banquete.
6. Juegos de pelota
Una pelota también ofrecen un montón de posibilidades para disfrutar al aire libre. Podéis jugar a pasárosla con las manos o con los pies, por ejemplo. También podéis usar un barreño a modo de canasta casera para que pueda practicar introducir la pelota. Así trabajará en su coordinación y aprenderá a medir su fuerza.
7. Actividades de trasvase
Los bebés y los niños pequeños disfrutan mucho con los juegos de trasvase entre recipientes. Esta actividad no solo tiene propiedades relajantes y fomenta la concentración sino que les permite adquirir sus primeras nociones de ciencias físicas: aprenden los volúmenes, las capacidades, las diferentes propiedades del agua y la arena. Proporciónale dos cubos y llena uno de ellos con agua o arena, así como varios utensilios: tazas de diferentes tamaños, un colador, un cucharón...
8. Curso de motricidad al aire libre
Si tienes un jardín, puedes hacer un pequeño recorrido con obstáculos. Tu pequeño aventurero podrá gatear debajo de una mesa, subirse a una silla, atravesar cartones, saltar aros, subirse a un palé de madera, pisar un palo, etc. Además de divertirse mucho con este tipo de actividades al aire libre, tu hijo aprenderá el sentido del equilibrio, mejorará su coordinación y sus capacidades físicas. También podrá entender mejor los conceptos de arriba, adentro, abajo... No dudes en hacer una primera pasada para mostrarle el recorrido y luego dejarlo a su imaginación.
9. ¡Batalla de agua!
En verano se puede sofocar el calor jugando con pistolas y con globos de agua. ¡Y además es perfecto para hacer ejercicio! El parque es un lugar ideal para este tipo de juegos porque les permite compartir este juego con iguales y hacer equipos. Piensa en llevar una ropa de cambio por si a la vuelta va demasiado mojado y deja que disfrute de la emoción de mojar y evitar al mismo tiempo que le mojen.
10. Juego libre
En este listado de recomendaciones de actividades al aire libre no podía falta el juego sin la interacción adulta. Es decir, el juego libre. Tu pequeño aventurero encontrará muchas ideas geniales allá donde vayáis. La naturaleza será suficiente para estimular su imaginación. Jugar solo al aire libre le permitirá observar, explorar por su cuenta y desarrollar su imaginación. Divirtiéndose libremente, sin un objetivo específico, podrá desarrollar su autonomía y ganar confianza en sus habilidades. También es interesante que pueda disponer de juguetes para el aire libre como una bicicleta sin pedales, cubos y palas o una cometa. Es importante estar vigilante pero no interrumpir su juego. Permitir un riesgo controlado le permite conocer sus límites y poder manejar mejores situaciones desconocidas a futuro.