A la gran mayoría de los bebés les encanta el agua. Es más, que tengan una relación directa y continuada con el agua desde bien pequeños es fundamental para evitar que más tarde aparezcan las típicas fobias infantiles a piscinas y playas. Aprovechar
este entusiasmo acuático de los bebés para apuntarse a clases de matronatación puede ser una gran idea con múltiples beneficios y, que además nos brinda la posibilidad de disfrutar de una actividad en familia, fortaleciendo la diada madre-hijo o padre-hijo.
Beneficios de la matronatación
Además de pasarlo bien y de compartir tiempo de calidad en familia, la práctica de la matronatación desde edades tempranas tiene múltiples beneficios para el desarrollo y la salud de los bebés. Entre ellos podríamos destacar los siguientes:
Fuente de relax: el ejercicio en el agua ayuda a los bebés a liberar tensiones, reducir sus niveles de estrés y relajarse, lo que también favorece el descanso y un mejor sueño.
Desarrollo psicomotor: el entorno acuático ofrece al bebé la posibilidad de moverse con una libertad y agilidad que no tiene fuera de éste. Esto favorece sus desplazamientos, mejora su coordinación y aumenta el conocimiento de su propio cuerpo.
Mejorar su condición física: Aunque sea con ejercicios de baja intensidad como los que se realizan en las clases de matronatación, moverse en el agua ayuda a los bebés a fortalecer sus principales grupos musculares y a mejorar su condición física.
Fortalecer el sistema cardiorrespiratorio: El ejercicio físico que se realiza en un entorno acuático fortalece el corazón, ya que mejora la oxigenación y la circulación sanguínea, y contribuye a fortalecer los pulmones.
Crear un vínculo positivo: El agua invita al “piel con piel”, a que el bebé se sienta protegido y acompañado por su mamá o papá, a compartir tiempo juntos. Todo ello contribuye a su vez a fortalecer el vínculo del pequeño aventurero con sus padres
5 consejos y precauciones
Hoy en día casi todos los complejos deportivos públicos o privados ofrecen clases de matronatación, ya que es un servicio cada vez más demandado por madres y padres
debido a sus multiples beneficios para el desarrollo de los bebés. Si estás pensando en apuntarte con tu pequeño, aquí compartimos contigo algunos consejos y precauciones que deberás tener en cuenta:
1) Edad: No hay una edad concreta para empezar las clases de matronatación con tu bebé. Puedes hacerlo en cualquier momento, cuando consideres que tanto tú como tu pequeño aventurero estéis preparados. Eso sí, la mayoría de los expertos no recomiendan hacerlo antes de los cuatro meses de vida.
2) Clases cortas y de duración progresiva: Lo recomendable es arrancar con unas primeras inmersiones en el agua de alrededor de cinco o diez minutos e ir aumentándolas
progresivamente conforme ambos vayáis cogiendo confianza. En todo caso, las clases de matronatación, sobre todo a edades tempranas, no suelen durar mucho más de 20 - 30 minutos.
3) Agua calentita: Los bebés pierden calor con mucha facilidad, por eso es importante que el agua de la piscina en el que se realicen las clases de matronatación esté a una temperatura considerablemente alta, de al menos 32º.
4) Elige bien el horario: Con los bebés nunca se puede dar nada por sentado, ya se sabe, pero no está de más intentar buscar un horario para las clases de matronatación que no coincida con sus momentos de sueño y comida habituales, de esta forma tu pequeño aventurero podrá disfrutar mucho más del contacto con el agua.
5) Siempre con mucho ojo: con un bebé bajo nuestro cuidado, padres y madres siempre estamos con una atención propia de los navy seal. Sobra decirlo, pero esa atención es más importante si cabe en un entorno acuático, ya que un bebé se puede ahogar en apenas unos segundos en un charco de agua.
Imprescindibles para la matronatación
El bolso cambiador que acompaña a toda madre / padre con su bebé es casi casi como el bolsillo de Mary Poppins. ¡Se puede encontrar de todo en él! Eso sí, de cara a las clases de matronatación, no está de más preparar una mochila deportiva con todos los utensilios y objetos que te facilitarán las sesiones acuáticas con tu pequeño aventurero:
Pañales-bañador LILLYDOO: Con nuestros pañales-bañador, tu bebé estará listo para sus próximas aventuras acuáticas en la piscina o en el mar, ¡libre para moverse y protegido de las fugas! Los pañales-bañador LILLYDOO están diseñados con la tecnología de túneles turbo, que distribuye el líquido de manera uniforme por todas las capas del pañal. Gracias a esta tecnología, los pañales no se hinchan, ni siquiera cuando están mojados, por lo que no interfieren en la libertad de movimiento del bebé.
Gafas de buceo: Las gafas son para mamá y papá, por supuesto. No son obligatorias, ni mucho menos, pero si en la clase de matronatación realizáis inmersiones, no está de más que las echéis en la mochila deportiva. ¡Vais a alucinar viendo a vuestro bebé nadando bajo el agua!
Albornoz o toalla grande: No hay baño sin toalla, así que incluye en la mochila un albornoz o toalla grande con el que arrullar a tu pequeño nadador en cuanto salgáis del agua. Como ya hemos comentado antes, los bebés pierden calor de forma muy rápida, así que nada como abrigarlo bien con una toalla tras el baño para mantener su temperatura corporal.
Fruta y agua: La piscina es ejercicio y, como tal, abre el apetito. Si tu bebé es menor de seis meses, se apañará con tu pecho o con el biberón, pero si es más mayor de esa edad puedes añadir también alguna pieza de fruta y agua para saciar su hambre tras el baño.
Juguetes para el agua: Por regla general en las piscinas de matronatación suelen tener múltiples objetos para hacer más divertida y lúdica la clase, pero no está de más llevar desde casa algún juguete adaptado a la edad de tu bebé para que éste se entretenga en el agua y tenga un punto de referencia que le invite a desplazarse e interactuar.
Esperamos que este artículo haya despertado tu interés en la matronatación y te animes a probarlo con tu pequeño aventurero. ¡Al agua patos! :)